Quique Setién es la primera víctima de una decepcionante campaña del Barcelona que fue coronada por una humillante derrota por 8-2 ante el Bayern de Múnich el viernes pasado.
El Barcelona confirmó el lunes el despido de Setién, poniendo fin a la asociación de siete meses del español con los gigantes catalanes tras su nombramiento en enero como sucesor de Ernesto Valverde.
“Esta es la primera decisión dentro de una reestructuración más amplia del primer equipo que se acordará entre el actual secretario técnico y el nuevo técnico, que se dará a conocer en los próximos días”, dijo el club.
Los informes del lunes sugirieron que el seleccionador holandés Ronald Koeman, quien disfrutó de una carrera como jugador condecorado con el Barcelona, será nombrado nuevo entrenador del equipo a finales de esta semana.
Setién no es el único culpable de una mala actuación posterior al reinicio en la que el Barcelona cedió su ventaja en La Liga a sus rivales, el Real Madrid, y se retiró de la Liga de Campeones en los cuartos de final por cuarta vez en cinco años.
Los problemas del Barcelona no se limitan al entrenador. Las debilidades de un equipo envejecido obstaculizado por años de negligencia en las transferencias y gastos excesivos se pusieron de manifiesto en la derrota desigual contra el Bayern, la peor derrota del club en casi 80 años.