Nyon, Suiza.- El futuro de la Eurocopa de futbol para la próxima década se decidió el martes, el Reino Unido e Irlanda serán los anfitriones en 2028 y se eligió un inusual plan conjunto entre Italia y Turquía para 2032.
No hubo perdedores cuando el comité ejecutivo del organismo rector del futbol europeo, la UEFA, finalmente aprobó el doble premio de sede que era inevitable después de que Italia y Turquía, ex rivales de la candidatura, se unieran bajo una misma bandera de conveniencia en julio.
Ese acuerdo sacó a Turquía de la Eurocopa 2028, donde el equipo de cinco federaciones vecinas miembros de la UEFA (Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia, Gales e Irlanda) era durante mucho tiempo el favorito para ganar.
Turquía finalmente podrá albergar una Eurocopa después de varias candidaturas anteriores fallidas, incluido un voto contra Francia para la edición de la Eurocopa 2016.
Turquía también era probable que perdiera en cualquier votación disputada para 2032, incluso en medio de dudas de que Italia pueda terminar un enorme proyecto de construcción para construir y mejorar los estadios necesarios para un torneo de 24 equipos y 51 partidos.
La UEFA gana estabilidad sobre la organización si Italia y Turquía tienen que proporcionar cada uno sólo cinco estadios a pesar de sus propias reglas de licitación que establecen que sólo las federaciones miembro vecinas pueden proponer co-anfitrionas.
Roma y Estambul están separadas por unos 1,400 kilómetros (870 millas) a través del Mar Mediterráneo y el Mar Egeo y los vuelos duran más de dos horas.
Serán cinco miembros anfitriones de la UEFA en 2028 y dos en 2032 sigue el proyecto radical de 13 naciones que se acordó para la Eurocopa 2020. Se redujo a 11 cuando el torneo finalmente se jugó durante la pandemia de COVID-19 con un año de retraso. Esa final se jugó en el estadio de Wembley de Londres.
Las selecciones de la UEFA ni siquiera son las más dispersas y logísticamente desafiantes elegidas este mes para un evento futbolístico importante.
La FIFA decidió la semana pasada aceptar un solo candidato para albergar la Copa del Mundo 2030, repartido entre seis países y tres continentes.
Una candidatura liderada por Europa que comenzó con España y Portugal, luego agregó Marruecos, ahora incluye a Argentina, Paraguay y Uruguay, anfitrión del torneo inaugural de 1930, en una sorprendente incorporación revelada hace seis días.
Ucrania fue incluida en ese proyecto el año pasado, pero fue retirada sin reconocimiento público.
El acuerdo de candidatura de 2030 permitió a la FIFA acelerar la apertura del concurso de candidaturas de 2034 reservado sólo para las federaciones miembros de Asia y Oceanía, que parece una apuesta segura para Arabia Saudita.