RENUNCIAN A “LA FURIA ROJA” EN PROTESTA

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Las jugadores ganadoras de la Copa Mundial Femenil de 2023 y otras figuras notables del futbol español no volverán a representar a su país hasta que el deshonrado presidente de la federación, Luis Rubiales, dimita.

Rubiales ofreció una enérgica negativa a dimitir durante la reunión de emergencia del viernes de la federación española de futbol. El hombre, de 46 años, enfrenta llamados generalizados para dejar su puesto luego de darle un beso no solicitado a la jugadora estrella Jenni Hermoso cuando los jugadores de España celebraron su victoria en la final de la Copa del Mundo sobre Inglaterra el 20 de agosto.

Horas después de que Rubiales prometiera “luchar” para permanecer en su puesto, el sindicato de futbolistas FUTPRO emitió un comunicado con más de 80 firmas de jugadoras, incluida la plantilla completa que compitió en el Mundial.

El comunicado pide “cambios reales, tanto deportivos como estructurales, que ayuden a la selección nacional a seguir creciendo para continuar con este gran éxito a las generaciones posteriores”, según Alex Ibaceta, de DAZN.

“Después de todo lo que pasó durante la ceremonia de entrega de premios del Mundial, queremos afirmar que todos los jugadores que firmaron esta declaración no volverán a la selección nacional con los líderes actuales”, se lee.

El comunicado también incluye una respuesta de Hermoso tras las afirmaciones de Rubiales de que ella lo levantó y lo acercó “a su cuerpo” antes de aceptar la petición de un beso del directivo d futbol.

“Quiero aclarar que, como se ve en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me dio, y, por supuesto, en ningún caso levanté al presidente. No tolero que mi palabra sea cuestionada y mucho menos que inventen palabras que nunca dije”, comentó Hermoso.

La FIFA abrió el jueves un procedimiento disciplinario contra Rubiales por el beso. El secretario de Deportes de España, Víctor Francos, dijo que el gobierno “iniciará un procedimiento” para que explique sus acciones ante el tribunal administrativo de España, describiendo el escándalo como “el Me Too del futbol español”.

Aunque Rubiales defendió su beso y describió la presión para que dejara la presidencia de la federación como un intento “de asesinarme públicamente”, se disculpó el viernes por agarrarse la entrepierna mientras la reina Letizia de España y su hija de 16 años, la princesa Sofía, estaban cerca.

“Quiero pedir perdón por los hechos que pasaron en un momento de euforia, me agarré esa parte del cuerpo y lo hice mirando (al entrenador de la selección española femenil) Jorge Vilda”, dijo sobre sus celebraciones tras el triunfo en el Mundial.

“Por supuesto que tengo que pedir disculpas a la Reina… y a todos los que se han sentido ofendidos”, dijo.

Vilda, quien estuvo entre los que aplaudieron el discurso de Rubiales en la reunión de la federación del viernes, también está bajo escrutinio por parecer tocar el área del pecho de una miembro de su cuerpo técnico durante la final de la Copa del Mundo.

La controversia sigue a su negativa a dimitir en septiembre de 2022 después de que 15 jugadores internacionales se amotinaran, declarando que los métodos de Vilda y la gestión del grupo habían impactado negativamente su “estado emocional” y su “salud”, según Sid Lowe, de The Guardian.

Sólo tres de esas 15 jugadoras (Ona Batlle, Aitana Bonmati y Mariona Caldentey) regresaron a la selección española para la victoriosa campaña mundialista de este verano.

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