El mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, se convirtió en el jugador mejor pagado de la historia de la NFL, al aceptar los términos de una extensión de contrato por cinco años y $275 millones, dijeron fuentes a Adam Schefter, de ESPN.
El acuerdo informado también incluye 219 millones de dólares garantizados.
El nuevo salario anual promedio de $55 millones de Burrow supera el de Justin Herbert, quien gana $52.5 millones por año, después de firmar recientemente un nuevo contrato con Los Angeles Chargers. Lamar Jackson, de los Baltimore Ravens, y Jalen Hurts, de los Philadelphia Eagles, también firmaron acuerdos para restablecer el mercado en la pasada temporada baja.
Burrow ha conquistado la NFL desde que los Bengals lo seleccionaron primero en general en 2020. Después de que un ligamento cruzado anterior desgarrado terminó prematuramente su campaña de novato, el producto de LSU lideró la liga con una tasa de finalización del 70,4% y ganó el premio al Jugador Regreso del Año en 2021.
La temporada pasada, completó el 68.3% de sus pases para 4,475 yardas y 35 touchdowns, la mayor cantidad de su carrera, en camino a terminar cuarto en el premio al Jugador Más Valioso.
Con Burrow como centro, Cincinnati ha llegado al juego por el título de la AFC en cada una de las últimas dos temporadas. El comunicador estrella ayudó a los Bengals a alcanzar su primer Super Bowl en 33 años, pero se quedaron cortos contra Los Angeles Rams en el Super Bowl LVI.
Firmar a Burrow fue la principal prioridad de los Bengals en esta temporada baja. Cincinnati tiene importantes decisiones financieras que tomar en el futuro cercano, ya que el receptor abierto Tee Higgins está entrando en el último año de su contrato de novato y el dos veces receptor de Pro Bowl, Ja’Marr Chase, será elegible para firmar una extensión el próximo año.