Novak Djokovic vino de atrás por segunda victoria consecutiva en Wimbledon el viernes, está ocasión con un déficit mucho menos desalentador, el drama mucho menos posible.
El primer sembrado Djokovic venció al sembrado No. 9 Cam Norrie, de Gran Bretaña, por 2-6, 6-3, 6-2, 6-4 en las semifinales para llevar su racha ganadora en el All England Club a 27 partidos seguidos mientras persigue un cuarto campeonato consecutivo allí.
En la tarde más calurosa de la quincena hasta ahora, con la temperatura alcanzando los 85 grados Fahrenheit (30 Celsius) y el aire quieto, Djokovic tuvo un comienzo lento y a menudo parecía disgustado, sacudiendo la cabeza o gesticulando hacia su palco de invitados.
Pero a diferencia de los cuartos de final, cuando perdió los dos primeros sets contra el sembrado No. 10 Jannik Sinner antes de ganar en cinco, a Djokovic le tomó poco tiempo afirmar su dominio.
Cuando terminó, Djokovic frunció los labios como si le enviara un beso a alguien en las gradas que había estado apoyando a Norrie durante el partido.
Djokovic se enfrentará por primera vez al finalista principal Nick Kyrgios por el trofeo el domingo. El no cabeza de serie Kyrgios, un australiano de 27 años, no necesitó jugar el viernes porque el 22 veces campeón de Grand Slam, Rafael Nadal, se retiró de su semifinal con un músculo abdominal desgarrado.
Será el partido por el título de Grand Slam número 32 para Djokovic, rompiendo un empate en el récord varonil que compartía con Roger Federer, y le da al serbio, de 35 años, la oportunidad de obtener un título importante número 21 y el séptimo en Wimbledon. Solo Federer, con ocho, posee más en el torneo sobre césped.
La final femenil es el sábado, con la No. 3 Ons Jabeur, de Túnez ,frente a la No. 17 Elena Rybakina, de Kazajstán. Esa será la primera final de Wimbledon desde 1962 entre dos mujeres que debutarán en una gran final.