Dwayne Haskins, mariscal de campo de los Pittsburgh Steelers y ex selección de primera ronda del draft, murió el sábado por la mañana, después de que un camión de basura lo atropelló en una carretera en Florida.
Haskins tenía 24 años y habría cumplido 25 el 3 de mayo. Estaba en el sur de Florida entrenando con sus compañeros de equipo de los Steelers.
Haskins estaba tratando de cruzar los carriles hacia el oeste de la Interestatal 595, cuando el vehículo lo golpeó y lo mató, declaró la Patrulla de Carreteras de Florida en un comunicado obtenido por Ben Standig, de The Athletic.
El incidente se informó alrededor de las 6:37 horas y Haskins fue declarado muerto en el lugar.
“Estoy devastado y sin palabras por el desafortunado fallecimiento de Dwayne Haskins”, dijo el entrenador en jefe de los Steelers, Mike Tomlin, en un comunicado.
“Rápidamente se convirtió en parte de nuestra familia Steelers a su llegada a Pittsburgh y fue uno de nuestros mejores trabajadores, tanto en el campo como en nuestra comunidad.
“Dwayne fue un gran compañero de equipo, pero aún más un tremendo amigo para muchos. Estoy realmente desconsolado. Nuestros pensamientos y oraciones están con su esposa, Kalabrya, y toda su familia durante este momento difícil”, dijo.
Haskins ingresó a la NFL en 2019 después de que los Washington Commanders lo seleccionaran en el puesto 15 en general. Luchó durante sus dos primeras temporadas después de llegar con muchas expectativas, y Washington lo dejó en libertad antes del final de la campaña de 2020.
“Estamos devastados al escuchar la noticia del trágico fallecimiento de Dwayne Haskins Jr. Era un joven con un tremendo potencial que tenía una personalidad contagiosa”, dijeron los propietarios de Commanders, Dan y Tara Snyder, en un comunicado.
El producto de Ohio State firmó con los Steelers luego de su partida de Washington y fue su tercer mariscal de campo en 2021. Pittsburgh le ofreció un contrato como agente libre restringido, preparándolo para regresar en 2022.
Haskins lanzó para 4,831 yardas y 50 touchdowns en Ohio State en 2018, ganando los honores de Jugador Ofensivo del Año de los Diez Grandes y terminando tercero en la votación del Trofeo Heisman.
Lideró a los Buckeyes a una victoria en el Rose Bowl sobre Washington y fue nombrado MVP ofensivo del juego luego de una actuación de tres touchdowns.