(AFP) Barcelona, España.- Gerard Piqué dio vida a la agitada temporada de la Liga de Campeones del Barcelona el miércoles al anotar el único gol en la victoria por 1-0 sobre el Dynamo de Kiev, una victoria que fue presenciada por un Camp Nou medio vacío.
La asistencia se registró en 45,968, con varios bloques de asientos ocupados por solo un puñado de seguidores para un juego que el entrenador Ronald Koeman dijo que el equipo tenía que ganar para tener alguna posibilidad de llegar a los octavos de final.
Tras perder los dos primeros partidos del Grupo “E” por 3-0 ante el Bayern de Múnich y el Benfica, el Barcelona necesitaba la victoria para resucitar sus posibilidades de progresar y evitar la vergüenza de salir en la fase de grupos por primera vez desde 2000.
Piqué al menos se aseguró de que se hiciera el trabajo en ese sentido, su final a corta distancia hacia el final de una primera mitad lúgubre fue suficiente para poner en marcha al Barça, con un partido crucial en Kiev que llegará dentro de dos semanas.
Antes de eso, se enfrentará al Real Madrid en el primer Clásico de la temporada el domingo, cuando otra victoria la convertiría en una semana muy positiva para Koeman, cuyo futuro parecía sombrío cuando el equipo perdió ante el Atlético de Madrid antes del parón internacional.
Ese partido también será en el Camp Nou y queda por ver si mejora la asistencia del Barcelona.
Es posible que un inicio temprano no haya ayudado y, sin duda, todavía persiste cierto nerviosismo debido a la pandemia de Covid-19, tanto a nivel local como entre los seguidores que viajan.
Pero es difícil no concluir que los fanáticos también están menos entusiasmados con un equipo que perdió a Lionel Messi en la temporada cerrada y había perdido sus últimos tres partidos seguidos de la Liga de Campeones en casa, tantos como logró en los 74 anteriores.
El gol de Piqué lo convirtió en el goleador más veterano de la historia del Barcelona en la Liga de Campeones con 34 años y 260 días de edad, pero la mayor emoción en estos días rodea a Ansu Fati, de 18 años, quien se espera que alivie los temores sobre su futuro firmando un nuevo contrato el jueves.
Fati, cuyo contrato expira actualmente al final de la temporada, todavía está volviendo a la acción después de 11 meses de baja por lesión.
Entró como suplente tras ser titular ante el Valencia el domingo y, presumiblemente, con una mayor implicación prevista ante el Real Madrid este fin de semana.