EXPULSADO POR PRIMERA VEZ

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(AFP) Madrid, España.- Lionel Messi fue expulsado por primera vez jugando para el Barcelona, cuando el Athletic de Bilbao sorprendió a los catalanes al ganar la Supercopa de España el domingo, una final dramática que terminó 3-2 en la prórroga.

Momentos antes de que se confirmara el trascendental triunfo de Bilbao, Messi lanzó un brazo a Asier Villalibre, que antes había anotado el empate en el minuto 90 en el tiempo reglamentario para negar la victoria azulgrana.

El doble de Antoine Griezmann parecía haber sellado el trofeo, pero Villalibre intervino antes de que el fabuloso gol de Iñaki Williams a los tres minutos de la prórroga resultara decisivo.

Messi se sacudió un problema en el muslo para comenzar en Sevilla y tuvo que jugar los 120 minutos cuando el Barcelona intentó llevar el juego a los penaltis.

En cambio, el jugador de 33 años perdió los estribos al final de un combate combativo, reaccionando a un desafío tardío de Villalibre persiguiendo y levantando la mano hacia su oponente.

Significó una primera tarjeta roja en 753 apariciones para el Barcelona, ​​para ir con sus dos rojos para Argentina en 2005 y 2019.

El enfado de Messi le quitará algo de protagonismo a Bilbao, que ya le había negado a la competición una final de Clásico al vencer al Real Madrid en la semifinal el jueves y ahora ha completado el set.

Significa un título y el comienzo perfecto para Marcelino García Toral, que asumió como técnico hace menos de dos semanas.

Pero también hubo elogios para su antecesor Gaizka Garitano, quien supervisó a este equipo llegar a la final de la Copa del Rey la temporada pasada, que logró la clasificación en primer lugar.

Los organizadores de la Federación Española de Futbol podrían haber esperado la atracción global de un Clásico, especialmente porque la pandemia de coronavirus ya había mantenido el torneo en España en lugar de la lucrativa Arabia Saudita, donde se jugó el año pasado.

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