El Manchester United, uno de los favoritos para alzarse campeón en la competición, tuvo serias dificultades para superar al Copenhague, la mayor sorpresa del torneo.
El United superó por 1-0 a los daneses en tiempos extras, mientras que el Inter de Milán derrotó por 2-1 al Bayer Leverkusen.
Tras unos minutos iniciales en los que los equipos estuvieron tanteándose, fue el Copenhague el que avisó primero, por mediación de Daramy. Así, le costó mucho al United despertar en el encuentro, y, cuando lo hizo, se mostró muy impreciso en el último pase.
Los pupilos de Solskjaer no lograron fabricar una ocasión clara, a excepción de un disparo cruzado de Greenwood que acabó en el fondo de la red y fue anulado por fuera de juego. Así terminó la primera mitad.
El United empezó a mostrarse más sólido en tres cuartos de campo en la segunda parte. Bajo la batuta de Bruno Fernandes, primero Greenwood y después el propio luso estrellaban dos ocasiones al palo. Minutos después, Falk, con una jugada personal, sorprendía por la derecha, pero el Copenhague no lograba finalizar la ocasión. Ningún equipo pudo abrir el marcador en los noventa minutos reglamentarios.
La prórroga comenzó con el mismo guión que los 90 minutos anteriores. Tuvo que ser un penalti cometido sobre Martial, el que le brindó la oportunidad al United de, finalmente, poner el 1-0 en el casillero. Bruno Fernandes se encargó de convertirlo.
Después del gol, el United se mostró claramente superior, pero, Johnsson, portero del Copenhague, mantuvo las esperanzas de su equipo. Los daneses siguieron buscando el gol del empate hasta el final, pero no obtuvieron recompensa. Los diablos rojos tendrán que demostrar mucho más en semifinales si quieren alzarse campeones de la Europa League como en 2017.