(NBA.COM) Oakland, California.- Era un partido que tenían que ganar y los Toronto Raptors lo sabían.
Sin Kevin Durant, que todavía no pudo debutar en las Finales, sin Klay Thompson, que había sido la figura de los Warriors en la victoria del Juego 2 y sin Kevon Looney, una “pieza fundamental” como lo llamó Steve Kerr, Golden State estaba más vulnerable que nunca.
Por eso, el conjunto canadiense aprovechó al máximo la oportunidad y a pesar de los 47 puntos de Stephen Curry, su máximo récord en Playoffs, jamás perdió la ventaja que sacó al principio de partido y venció 123 a 109 para recuperar la localía y poner la serie 2 a 1.