Las Grandes Ligas (Major League Baseball) planea implementar extensas pruebas COVID-19 para jugadores y empleados del equipo antes de su temporada regular de 60 juegos, según un manual de operaciones obtenido por Ken Rosenthal y Evan Drellich, de The Athletic.
El proceso se dividirá en tres fases: preselección, detección de llegada y monitoreo regular, con la mayoría de las pruebas de diagnóstico realizadas a través de la saliva.
Los “individuos cubiertos” enviarán un cuestionario sobre los síntomas y la exposición unos días antes de la llegada.
Poco después, se les someterá a un control de temperatura y a una prueba de saliva o hisopo nasal para el diagnóstico, así como a un análisis de sangre para detectar anticuerpos.
Después de eso, las personas tendrán sus temperaturas y síntomas probados al menos dos veces al día.
Todos los empleados uniformados, además de entrenadores y fisioterapeutas, se someterán a pruebas de saliva cada dos días.
La frecuencia de las pruebas puede cambiar según la necesidad.
Si se descubre que alguien tiene una temperatura superior a los 38 grados, no se les permitirá ingresar a un estadio de beisbol y se les exigirá que se autoaislen.
Depende de los equipos identificar a las personas que tuvieron contacto cercano con los empleados que muestran síntomas o dan positivo.
Cualquier persona que dé positivo debe permanecer en comunicación diaria con el equipo desde una ubicación remota, ya que no se les permitirá viajar o estar cerca de otras personas cubiertas.
Tendrán que dar un resultado negativo dos veces al menos con 24 horas de diferencia, no mostrar fiebre durante 72 horas y tomar una prueba de anticuerpos para regresar.
Se implementará una lista adicional de lesionados COVID-19 para esta temporada. No incluirá una longitud mínima o máxima.
Otros protocolos de seguridad incluirán la prohibición de escupir, tabaco sin humo y semillas de girasol. Se debe evitar el contacto físico y se deberá lavar las manos regularmente.
Ducharse en los estadios de pelota es “desaconsejado pero no prohibido”, pero solo para el personal uniformado.
Varios jugadores y empleados del equipo en toda la liga ya han dado positivo por COVID-19. Más recientemente, el jardinero Charlie Blackmon fue identificado como uno de los tres Rockies de Colorado para dar positivo por el coronavirus.
Los campos de entrenamiento en Florida se cerraron recientemente después de múltiples pruebas positivas en las instalaciones de los Filis de Filadelfia en Clearwater.